La generación de leads cualificados es una prioridad para cualquier departamento de marketing. Un lead es un elemento que se encuentra en una fase inicial del ciclo de compra.
Para aplicar una estrategia de conversión de leads a clientes, primero es necesario identificar a qué tipo de leads nos dirigiremos:
- Lead frío: nos referimos cuando el usuario ya ha descargado alguno de tus contenidos, se ha suscrito en alguno de tus servicios o ha tenido alguna relación con tu empresa brindándote información básica. Este tipo de usuarios aún no están dispuestos a realizar una compra, por lo que se necesita convencerlos de que tú oferta se adecua a sus necesidades.
- Lead tibio o cualificado para marketing: el usuario muestra un interés repetido en tus productos, abriendo tus emails, pulsando en los enlaces o accediendo a landing pages, por lo que ha llegado el momento de descubrir si puede llegar a convertirse en una oportunidad de negocio o no.
- Lead caliente o lead cualificado para venta: el usuario ya está predispuesto a la compra por lo que este tipo de leads suelen recibir formularios mucho más extensos, por ejemplo, para recoger aún más información que te permita dirigir al usuario a la conversión final. Estos leads suelen ofrecerse a los equipos de ventas con el objetivo de que les contacten vía telefónica, por email o, incluso, en persona.