El cambio climático pone en riesgo a millones de personas en el mundo, siendo particularmente perjudicial para las poblaciones de los países en vías de desarrollo. Se estima que 17 millones de habitantes de América Latina podrían verse desplazados de sus hogares y territorios como consecuencia del aumento en el nivel del mar, la deforestación, los incendios, y los fenómenos climáticos extremos.

En un contexto tan adverso el papel de las empresas en general debe modificarse, y el lucro tiene que pasar a un segundo plano ante la responsabilidad ambiental corporativa. Es por esa razón que desde ILB nuestro compromiso con la actividad sustentable se traduce en acciones concretas.

Al ser una empresa que recicla, que no utiliza papel, y que no genera residuos o un consumo de energía nocivo, nos hemos percatado de que a medida que los árboles crecen, ayudan a detener ese cambio climático, ya que junto a los océanos son uno de los principales sumideros naturales. Su beneficio estriba en la capacidad que tienen para eliminar el dióxido de carbono del aire, almacenarlo en sus troncos, y liberar oxígeno a la atmósfera.