En todo equipo de fútbol existen tres tipos de jugadores: los que no quieren la pelota, los que quieren la pelota pero no deben tenerla y los que quieren la pelota y deberían tenerla. En las empresas ocurre lo mismo. Repasemos un poco cada uno de estos tres puntos.
No quieren la pelota:
Aquellos colaboradores que prefieren el status quo, se sienten bien siendo únicamente parte del equipo, ven como otros anotan goles y se llevan la gloria, a ellos no les molesta, al contrario, disfrutan jugar de soporte. No participan de las decisiones y reuniones importantes, prefieren también no hacerlo. Son más espectadores que jugadores.
Quieren la pelota pero no deben tenerla:
Se identifican por tener mucho entusiasmo pero poca capacidad. Se trata de aquel jugador que pide a gritos el balón y cuando llega a sus pies la lanza fuera de la cancha. Suelen ser individualistas. En repetidas ocasiones hacer ver la necesidad de sobresalir y apelan por la autopromoción.
Quieren la pelota y deberían tenerla:
Capacidad y entusiasmo. Este grupo posee características innatas de liderazgo y si se les brinda la oportunidad, si se les pasa el balón, lo demuestran a grandes luces. Son perfectos en el tema de pasar la estafeta. Son confiables y si se les asigna una tarea la cumplen superando las expectativas.
¿Qué tipo de jugador te consideras?