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La sagrada privacidad del usuario: 3 formas de invadirla

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El bombardeo de información de marca termina cuando el usuario no ha solicitado recibirlo y se vuelve intrusivo. En el uno a uno, los usuarios deben iniciar la conversación y no al revés.

Una de las razones por las que las marcas deben estar en redes sociales, es para tener un contacto directo con los clientes. El mejor enfoque de este planteamiento es que son los usuarios quienes deben iniciar la conversación con la marca, y no viceversa.

Estos son algunos pecados que las marcas cometen al contactar a su audiencia:

 

Enviar mensajes privados no solicitados

Invadir la privacidad del usuario en redes sociales, o incluso por email, puede ser contraproducente, sobre todo porque la mayoría de plataformas ofrecen mecanismos para bloquear emisores de contenido no solicitado.

De hecho, para evitar el spam, las redes sociales más importantes como Facebook o Twitter, no permiten a los administradores de un perfil de marca, contactar por inbox a un usuario, a menos que este escriba primero.

 

Etiquetar a usuarios en publicaciones

Una de las prácticas más recurrentes es etiquetar a los usuarios en publicaciones promocionales. Lo malo de esto es que el usuario no sólo recibe la notificación de que fue etiquetado, sino de cada persona que interactúa con la publicación. Esta es una práctica que invade la privacidad, sobre todo cuando la publicación no es relevante para la persona que fue etiquetada.

Lo que las redes sociales te permiten y lo que no.

  • Facebook le permite a una fanpage etiquetar a otras fanpages.
  • Facebook le permite a una fanpage etiquetar sólo a gente que le ha dado “me gusta” a dicha fanpage.
  • Twitter te permite etiquetar a cualquier persona, te siga o no.
  • Twitter sólo te permite enviar mensajes directos (mensajes privados) a los usuarios que te siguen.
  • Instagram es más permisiva: te permite enviar una foto publicada a cualquier usuario de la red social.

 

Inscribir a usuarios a un newsletter no solicitado

Seth Godin acuñó la frase “permission marketing”. Cuando los blogs tienen contenido interesante para el usuario, este puede solicitar inscribirse en el newsletter de dicho blog o sitio web. Pero enviar newsletters o publicidad a personas que nunca lo han solicitado personalmente, es invadir la privacidad del usuario.

Lo peligroso de esta práctica es que el usuario puede marcar el newsletter no solicitado como spam, y el emisor queda bloqueado para siempre en el inbox de ese usuario.

También Google penaliza a los sitios que practican técnicas de spam.

Invadir la privacidad del usuario mediante el envío de contenido no solicitado es una mala práctica que es prohibida por las redes sociales, odiada por los usuarios y penalizada por los buscadores.

Si quieres tener éxito en tu estrategia de contenidos, crea contenido interesante para tus clientes potenciales, de tal manera que sean ellos quienes te busquen, y no tú quien los persiga.

 

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